Práctica contemplativa
Instrucciones:
Coge una manzana u otra pieza de fruta. Lávala, sécala y lee esta reflexión guiada sobre la alimentación. Este ejercicio nos pide que seamos conscientes de los sistemas que utilizamos a diario y que nos permiten vivir más plenamente.
Antes de dar un bocado, haz una pausa. Mira la fruta que tienes en la mano y pregúntate: ¿Qué sistemas me han permitido comer y disfrutar de esta fruta? Durante la mayor parte de nuestras vidas, hemos consumido alimentos sin tener en cuenta su procedencia.
Dale un mordisco a la fruta y piensa en los elementos que se han unido para crear su sabor y textura: la tierra, el agua, la luz del sol, el fertilizante y el oxígeno. Dale otro mordisco, masticándolo bien. Piensa en las personas que cuidaron la cosecha para garantizar su salud y maduración. Reconozca a las personas que subieron las escaleras o se agacharon para recoger la fruta y a las que transportaron las pesadas fanegas para procesarlas. De nuevo, pruebe un bocado y observe el color, la textura y el sabor. Piensa en los camioneros y los trenes que transportaron tus alimentos hasta el supermercado local. Reflexiona sobre los empleados que descargaron y expusieron tu fruta para que pudieras elegir los mejores productos para nutrir tu cuerpo. Esta fruta, y tu capacidad para comerla, se debe a que formamos parte de un complejo sistema de naturaleza, anatomía, comercio, agricultura y transporte. Los alimentos que comes forman parte de un todo mayor que funciona conjuntamente.
Tiempo para completar: 10 minutos