Práctica contemplativa
Instrucciones: Una forma de desarrollar la compasión es practicar un antiguo ejercicio contemplativo que nos ayuda a conectar con los demás y a recordar nuestra humanidad común. El objetivo es cultivar nuestra compasión interior por los demás.
En primer lugar, respire hondo unas cuantas veces y cambie lentamente su enfoque para contemplar el amor y la bondad hacia alguien especial para usted. Imagina a tu ser querido feliz y sano, encontrando la paz en su vida y en su trabajo. Dedica unos minutos a imaginarte a ti mismo irradiando estos sentimientos desde tu cuerpo hacia dondequiera que se encuentren.
A continuación, vuelve a concentrar tu respiración y selecciona a alguien de tu vida con quien te sientas neutral. Puede ser un vecino, un compañero de trabajo o alguien a quien no conozcas bien. De nuevo, dedica unos minutos a desear paz y sentimientos cálidos a esa persona.
Ahora elija a una persona que le desagrade activamente o incluso que desprecie. Vuelva a concentrar su respiración para inhalar y exhalar más lentamente. Con cada exhalación, desea bienestar, éxito y paz a esa persona que no te gusta. Reflexione sobre su relación con esa persona. ¿Qué significaría para esta persona ser feliz y estar conectada con los demás?
Por último, imagina a un grupo de personas en peligro (por ejemplo, inmigrantes, víctimas de tiroteos masivos) o a toda la humanidad o los seres sensibles. Una vez más, sigue deseando amor y bondad a todas las personas.
Tiempo para completar: 10-12 minutos
Infografía